Terapia infantil

«La infancia es el suelo sobre el que caminaremos el resto de nuestra vida» (Lya Luft)

Empezar a comprender emociones, pensamientos y comportamientos

La terapia infantil ayuda a los niños y niñas a comprender y manejar sus emociones, sus comportamientos y pensamientos en función de su nivel de desarrollo, fortaleciendo su autoestima y habilidades sociales. 

En MCA Psicología sabemos que dar este paso es una decisión importante, por lo que nos adaptamos a las necesidades de cada niño o niña y utilizamos métodos creativos y adaptados a su nivel de comprensión.

En una primera entrevista recogeremos información desde vuestra perspectiva como adultos, luego en un espacio en el que vuestro hijo o hija se sienta cómodo y seguro identificaremos las dificultades y estableceremos los objetivos a trabajar durante la terapia. Los padres y madres seréis incluidos para trabajar en la dinámica familiar y recibiréis orientación para entenderles y estrategias para poder apoyarles en sus cambios.

¿Necesita mi hijo/a ayuda?

Señales emocionales

  • Ansiedad o miedo constante: Se muestra excesivamente preocupado o teme situaciones que no parecen amenazantes (como separarse del padre o de la madre)
  • Cambios de ánimo extremos: Pasos de tristeza, ira o irritabilidad que afectan su día a día.
  • Baja autoestima o comentarios negativos sobre sí mismo/sí misma o sobre sus capacidades.
  • Explosiones de ira, frustración o incapacidad para controlar emociones intensas.
  • Sensación de que no sabe cómo expresar lo que siente o lo hace de forma inadecuada.

Ansiedad o miedo constante: Se muestra excesivamente preocupado o teme situaciones que no parecen amenazantes (como separarse del padre o de la madre)

Cambios de ánimo extremos: Pasos de tristeza, ira o irritabilidad que afectan su día a día.

Baja autoestima o comentarios negativos sobre sí mismo/sí misma o sobre sus capacidades.

Explosiones de ira, frustración o incapacidad para controlar emociones intensas.

Sensación de que no sabe cómo expresar lo que siente o lo hace de forma inadecuada.

Problemas de comportamiento

  • Rabietas frecuentes o intensas: Comportamientos descontrolados o fuera de lo típico para su edad.
  • Agresividad: Golpes, mordiscos o comportamientos violentos hacia otros o consigo mismo.
  • Desobediencia constante a normas o límites.

Rabietas frecuentes o intensas: Comportamientos descontrolados o fuera de lo típico para su edad.

Agresividad: Golpes, mordiscos o comportamientos violentos hacia otros o consigo mismo.

Desobediencia constante a normas o límites.

Dificultades sociales

  • Aislamiento social, rechazo a jugar o interactuar con otros niños y niñas. Preferencia por estar en soledad la mayor parte del tiempo.
  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
  • Dificultades para hacer amigos/as o relacionarse con otros niños y niñas, o conflictos frecuentes.

Aislamiento social, rechazo a jugar o interactuar con otros niños y niñas. Preferencia por estar en soledad la mayor parte del tiempo.

Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.

Dificultades para hacer amigos/as o relacionarse con otros niños y niñas, o conflictos frecuentes.

Problemas escolares

  • Problemas de atención, concentración o aprendizaje.
  • Negativa persistente a asistir a la escuela o conflictos constantes con maestros/maestras y compañeros/as.
  • Quejas físicas recurrentes (como dolores de cabeza o estómago) relacionadas con el estrés escolar.
  • Sufrir exclusión o bullying.

Problemas de atención, concentración o aprendizaje.

Negativa persistente a asistir a la escuela o conflictos constantes con maestros/maestras y compañeros/as.

Quejas físicas recurrentes (como dolores de cabeza o estómago) relacionadas con el estrés escolar.

Sufrir exclusión o bullying.

Cambios en la familia o el entorno

  • Divorcio, separación o conflictos entre los padres, nacimiento de un hermano o hermana.
  • Pérdida de un ser querido o mascota, o duelo prolongado.
  • Mudanzas o cambios importantes en la rutina.
  • Exposición a eventos traumáticos, como accidentes, violencia o abuso.

Divorcio, separación o conflictos entre los padres, nacimiento de un hermano o hermana.

Pérdida de un ser querido o mascota, o duelo prolongado.

Mudanzas o cambios importantes en la rutina.

Exposición a eventos traumáticos, como accidentes, violencia o abuso.

Alteraciones del sueño o alimentación

  • Pesadillas recurrentes, dificultad para dormir o insomnio.
  • Pérdida de apetito o problemas alimenticios como comer en exceso

Pesadillas recurrentes, dificultad para dormir o insomnio.

Pérdida de apetito o problemas alimenticios como comer en exceso

Señales de estrés o trauma

  • Comportamientos regresivos, como volver a mojar la cama o chuparse el dedo.
  • Jugar repetidamente a situaciones traumáticas (por ejemplo, un accidente o pelea).
  • Preocupaciones constantes o dificultad para relajarse.

Comportamientos regresivos, como volver a mojar la cama o chuparse el dedo.

Jugar repetidamente a situaciones traumáticas (por ejemplo, un accidente o pelea).

Preocupaciones constantes o dificultad para relajarse.