Terapia adolescentes

«Crecer es aprender a separarse» (Salvador Minuchin)

Comportamientos adaptados a su contexto

La terapia con adolescentes se adapta a las necesidades específicas de cada joven, teniendo en cuenta su etapa de desarrollo, su entorno y los problemas que enfrenta. La clave es crear un espacio donde sientan que se le escucha, comprende y motiva para afrontar sus desafíos. En MCA Psicología ofrecemos un espacio libre de juicios donde tu hijo o hija pueda expresar sus pensamientos, miedos y emociones, y pueda desarrollar habilidades emocionales, de comunicación y afrontamiento. Para esto le ayudamos a entender que sus sentimientos son válidos y a que pueda expresar estos sentimientos con comportamientos adaptados a su contexto, fomentando el autoconocimiento y el autocontrol, promoviendo relaciones más sanas.

En primer lugar, tendremos una entrevista con vuestro hijo o hija y los familiares que le acompañáis, en un ambiente de confianza y comodidad, para conocer qué está pasando, identificar las principales dificultades y la demanda a trabajar. Durante el proceso terapéutico se irá trabajando estos aspectos y aunque los y las adolescentes tienen privacidad en sus sesiones, los padres y madres pueden ser incluidos para trabajar en la dinámica familiar y recibir orientación sobre cómo apoyarles.

¿Mi hijo/a adolescente necesita ayuda?

Cambios emocionales o de conducta: Si está constantemente triste, irritable o con ansiedad, muestra excesivamente agresividad, falta de límites o retraimiento y tiene cambios extremos de humor o comportamiento (manejo de impulsos) que implican sufrimiento.

Problemas académicos: Si el rendimiento académico cambia, experimenta conflictos frecuentes con compañeros o profesores, o se niega a asistir a la escuela.

Dificultades sociales: Si tiene problemas para hacer o mantener amistades, hay aislamiento social o preferencia por estar solo o sola todo el tiempo, si sufre o tiene sensación de rechazo o exclusión.

Experiencias traumáticas: Si ha pasado por un divorcio, muerte de un ser querido, un cambio importante (como mudanzas), ha sido víctima de bullying, abuso o violencia, u otra situación que provoque síntomas y malestar.

Problemas de autoestima o identidad: Si muestra inseguridad extrema o falta de confianza en sí mismo o sí misma, dificultad para tomar decisiones, crisis de identidad o falta de sentido de propósito, y dificultades relacionadas con su identidad de género u orientación sexual.

Existen señales de riesgo: Si habla sobre hacerse daño, autolesiones, suicidio o se involucra en conductas autodestructivas, consume drogas o alcohol, tiene conductas de riesgo, como escaparse de casa o involucrarse en actividades peligrosas.

Uso excesivo o adicción a videojuegos, móvil, apuestas, etc.

Dificultades familiares: Si plantea conflictos constantes con los familiares, falta de comunicación o distanciamiento emocional.

Problemas para manejar el estrés: Si se siente abrumado/a por la presión académica, social o familiar, o muestra dificultades para enfrentar cambios o resolver problemas.